Han sido más de 80 años de espera para tener su particular y necesaria cita con la memoria. La de sus propias vidas. Familiares de los represaliados por el golpe de estado de 1936 y el franquismo se congregaron en los cementerios de La Salud y San Rafael de Córdoba, con motivo del acto de inicio de los trabajos de intervención y exhumación de los restos de sus seres queridos. Una tarea sobre la que se lleva muchos años trabajando y por la que al final centenares de hijos, nietos y sobrinos de las víctimas han podido formar parte y llevarla a cabo.
De hecho, según Antonio Cabello, nieto de un represaliado del franquismo, se calculan unas “4.000 víctimas” en los cementerios de Córdoba, de los cuales cerca de “30 o 40” son vecinos de Aguilar de la Frontera. En este sentido, tras las preceptivas indagaciones de los arqueólogos, los trabajos de exhumación comenzaron el pasado viernes en las zonas que menos modificaciones han sufrido durante los últimos años, y que se llevarán a cabo con sus correspondientes comprobaciones del ADN de los restos óseos para identificar a las víctimas.