Dulces exquisitos que traspasan nuestras fronteras. Pastelería Solano es el claro ejemplo de que el esfuerzo y la dedicación son sinónimos de excelencia, nunca mejor dicho. Y es que, esta pastelería de Aguilar tiene sus tiene sus orígenes en el año 1913, fecha en la que José Solano inauguró y dio comienzo a esta larga y bonita tradición familiar que, cumplidos más de 100 años de historia, se sigue manteniendo.
Allá por el año 1946, Juan Solano hijo del anterior (José Solano), se hace cargo del despacho y el obrador hasta el año 1973, fecha en la que Bernardino Solano, a su vez hijo también del anterior, toma las riendas de esta duradera vocación, de la que continúa al frente hoy en día la cuarta generación, con Sonia Solano y su marido, Agustín Romero.
De esta forma, el Instituto Español de Excelencia le ha concedido a Pastelería Solano una distinción empresarial por su trayectoria y calidad en sus productos. Esta entidad nacional cataloga a una pastelería por comarca, mediante encuestas y un jurado, encargado de certificar la calidad de los dulces.
Son casi 40 variedades de pasteles los que se elaboran y venden en Pastelería Solano, destacando las famosas Merengas de Café, los Rizados de Almendra, los bizcochos de Génova, los Canutos de Crema y, sobre todo, los enormemente conocidos Tocinos de Cielo.
El Instituto Español de Excelencia ha premiado con una placa identificativa y un diploma a Pastelería Solano, acreditándola de esta forma como una de las mejores pastelerías de toda la comarca, e incluso también a nivel nacional.