El Hospital Universitario Reina Sofía cierra 2021 con un incremento en el número de donaciones y trasplantes. Concretamente, se han realizado 194 trasplantes de órganos (un 4,8% más que en 2020, cuando se efectuaron 185), que representa el 24,7% de todos los trasplantes de órganos realizados en Andalucía (uno de cada cuatro). El desglose por órgano es de 78 trasplantes renales, 48 hepáticos (9 infantiles), 14 de corazón (2 infantiles), 8 de páncreas (6 combinados con riñón) y 46 pulmonares. Los equipos de trasplante de tejido también han incrementado levemente su actividad: 139 el pasado año frente a los 133 de 2020. De ellos, 75 son de córnea y 64 de médula ósea.
En el apartado de las donaciones, en 2021 se registraron 32 donaciones multiorgánicas (12 de ellas en asistolia), dos más que en 2020. La aceptación familiar a la donación fue del 86,5% (algo por encima de la media andaluza) y la tasa de donación se sitúa en la provincia de Córdoba en 41,6 donantes por millón de población (por encima de la media andaluza y nacional con 39,6 y 40,2, respectivamente). También cabe recordar aquí que en 2021 se registró la primera donación en un centro privado de Córdoba (Hospital Cruz Roja) fruto del trabajo en equipo de ambos centros con el objetivo de incrementar el número de donaciones.
Desde que se efectuó el primero, que fue un injerto renal, se han llevado a cabo en el hospital cordobés 5.210 trasplantes de órganos sólidos (1.960 renales, 1.538 hepáticos, 725 de corazón, 249 de páncreas y 738 pulmonares) y otros 3.566 de tejidos, lo que suma un total de 8.776 trasplantes en total. Así, a lo largo de toda su historia, se han registrado en el Hospital Reina Sofía 1.144 donantes.
La directora gerente del hospital, Valle García, ha presentado las conclusiones más significativas de este balance junto al coordinador de trasplantes, José María Dueñas,una representación de los equipos de trasplante y dos hermanos (receptora y donante) marcados por una historia de superación, que han explicado cómo el trasplante les ha cambiado la vida.
En primer lugar, Valle García ha agradecido su dedicación a “los miles de profesionales que participan en el proceso de donación y trasplante desde que este programa se inició en Córdoba hace ya 43 años, así como a los donantes y sus familias por regalar vida en situaciones dolorosas”. Respecto a 2021, ha destacado la “la progresiva recuperación en la actividad trasplantadora, a pesar de vivir aún marcados por la Covid-19, con un ritmo de crecimiento por encima de la media andaluza. Estos resultados son la confluencia del trabajo en equipo para buscar alternativas y soluciones que permiten en momentos difíciles garantizar oportunidades a personas en una lista de espera para recibir un trasplante”.
Finalmente, resalta que “los 185 trasplantes de órganos y los 139 de tejidos del año pasado son cifras que invitan a la esperanza” y, respecto a los logros más recientes en el campo de la donación y el trasplante el pasado año, destaca “la potenciación del trasplante renal de donante vivo, la donación en asistolia y la búsqueda de otras opciones para incrementar la cifra de intervenciones como el trasplante de médula ósea domiciliario”.
Donación de vivo y asistolia
Por su parte, José María Dueñas, se ha sumado a este agradecimiento a los profesionales y a la sociedad y ha destacado especialmente el esfuerzo de los equipos de cuidados intensivos, “que han trabajado duro para buscar alternativas al descenso de donantes en muerte encefálica y que, gracias a ese compromiso han logrado materializar muchas más donaciones en asistolia. Tanto es así que, solo durante el año pasado, el hospital ha logrado multiplicar por 4 este tipo de donaciones, pasando de 3 a 12”.
Asimismo, el coordinador de trasplantes del hospital ha puesto en valor también el trabajo del equipo de trasplante renal “que ha apostado por fomentar el programa de donación de vivo, una alternativa que no sólo permite mejorar la calidad de vida de los pacientes antes, sino que también evita, en determinadas ocasiones, que la persona que padece la enfermedad tenga que dializarse”.
El hospital ha pasado de registrar un único trasplante renal de donante vivo en 2020 a 7 durante el pasado año, fruto de la apuesta que este equipo multidisciplinar (nefrólogos, urólogos, inmunólogos, patólogos, personal de Enfermería, etc.) ha realizado por este programa en el que los especialistas valoran la idoneidad del trasplante, la compatibilidad y velan por la seguridad e intereses de donante y receptor durante todo el proceso. Además, el hospital participa en el programa de la Organización Nacional de Trasplantes de trasplante renal cruzado, en el que donante y receptor no se conocen y se realiza mediante un intercambio entre donantes de dos o más parejas. Durante este último año no ha surgido esta posibilidad.
Otros avances
En el trasplante hepático destaca especialmente el incremento de injertos infantiles (9 frente a los 6 del año anterior) y el gran esfuerzo por mantener las cifras globales de trasplantes en un contexto de gran dificultad que ha derivado en la reducción de posibles donantes. Lo más relevante del trasplante pulmonar es la fortaleza de este programa, que mantiene sus cifras a pesar de las dificultades añadidas a este órgano por la pandemia. Igual sucede con el de corazón, donde los profesionales también han hecho un gran esfuerzo por mantener cifras similares a un año previo a la pandemia (en 2019 se efectuaron 13 injertos cardíacos frente a los 14 de este último año).
En el campo de los trasplantes de tejidos destaca la puesta en marcha el pasado año del programa de trasplante autólogo domiciliario, que ha logrado en tan solo un año representar el 40% del total de injertos de esta modalidad, ejemplo de esfuerzo y compromiso. Así, de los 64 trasplantes de médula ósea registrados en el ejercicio anterior, 37 fueron autólogos y, de ellos, 14 se realizaron en domicilio. Se trata de programa nuevo que requiere de una formación específica no sólo por parte de los profesionales que lo llevan a cabo, también del cuidador y del receptor, ya que el éxito del mismo recae en gran medida en la implicación de ambos.
Respecto al trasplante de córnea, cabe enfatizar la estandarización del trasplante lamelar (se sustituyen solo las capas afectadas de la membrana), una técnica que hasta hace poco era una excepción y que aporta grandes ventajas al paciente como la rápida recuperación de la visión, mejor postoperatorio y menor riesgo de rechazo, entre otras. En este pasado año se ha aumentado levemente el número total de trasplantes de este tejido (de 71 a 75). Para ello, los especialistas han preparado 108 lámelas endoteliales, lo que ha permitido dar respuesta a las necesidades del hospital y ofrecer también estos tejidos a otros centros implantadores de Andalucía.
Catalina y Francisco
El balance del año pasado nos deja historias como las de Francisco y Catalina. El cansancio excesivo de Francisco y un desvanecimiento encendieron las alarmas en la familia Berzosa. En el Servicio de Nefrología del Hospital Reina Sofía le diagnosticaron una rara enfermedad genética conocida como Síndrome de Alport (una patología renal hereditaria que sólo portan las mujeres y únicamente pueden ser transferidas a los hijos varones).
La detección de la enfermedad de Francisco fue a los 38 años y, hasta que cumplió los 45, convivió con ella, pero su salud se iba deteriorando y comprometía su vida. Los especialistas le informaron de que el tratamiento definitivo pasaba por el trasplante y, cuanto antes mejor, para evitar la diálisis.
Francisco tiene tres hermanas y una de ellas, Catalina, se ofreció como donante: “No lo dudé. Sé que no es definitivo, que dentro de unos años puede necesitar otro órgano, pero le estoy regalando vivir con normalidad y poder disfrutar de él. Y, como no, que con el nuevo riñón recupera la ilusión y la calidad de vida que la enfermedad le había quitado durante mucho tiempo”. El 12 de julio de 2021, Francisco recibió el riñón de su hermana. La recuperación ha sido lenta pero hoy, seis meses después, disfruta de su día a día gracias a este gesto de infinita generosidad.
Finalmente, las cifras en donación y trasplante en Córdoba y en el resto de Andalucía son muy meritorias teniendo en cuenta que en 2021 la pandemia por el coronavirus ha seguido impactando en la actividad de las unidades de cuidados intensivos, donde se producen la mayoría de las donaciones y también se produce el postrasplante inmediato. Esto pone de manifiesto la capacidad de adaptación del sistema sanitario y el esfuerzo extraordinario de los profesionales.