Rafael Espino, el presidente de AREMEHISA (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera), ha hablado desde el Cementerio Municipal de la localidad, donde un equipo de profesionales trabaja en las labores de localización y ubicación de las fosas comunes, a la espera encontrar los cuerpos de 80 represaliados de la Guerra Civil española.
Los trabajos comenzaron el pasado 31 de mayo. Durante los primeros días fue una operación mecanizada, ya que se tuvo que retirar un gran volumen de tierra. Ahora, el equipo se encuentra en un nivel de trabajo manual con azadas, picos, palas, e incluso pinceles en las zonas que requieren de un trato minucioso. También se están valiendo de detectores de metales que permitan la identificación de algún objeto, o que ayuden a la datación del terreno.
AREMEHISA viene trabajando en la zona sur del cementerio desde 2008. En ese año se llevaron a cabo dos intervenciones con georradar motivadas por el testimonio que les narró Manuela Molina, una vecina de Aguilar de la Frontera. Cuando tenía 16 años, ella misma vio desde un cerro colindante como se produjeron los asesinatos en este mismo entorno. Además, también pudo dar nombres y apellidos de algunas de esas personas.
“En el 2010 estuvimos trabajando con una subvención, en el 2011 lo hicimos con nuestros propios medios, y desde el 2012 estamos haciendo una investigación documental y recogiendo testimonios orales. La falta de financiación de las Administraciones ha sido lo que ha paralizado durante una década la continuidad de los trabajos”, ha señalado Espino.
Durante este tiempo han conseguido recopilar un gran volumen información. En este espacio hay un total de nueve fosas, que se inauguraron el 1 de enero de 1929 y se usaron hasta 1973. Gracias a los trabajos de datación de estos espacios ya se han podido descartar más de la mitad, que corresponden a otros periodos. Ahora se está trabajando en la localización de las fosas que se utilizaron entre finales del mes de agosto y de octubre del año 1936, momento en el que ocurrieron los fusilamientos.
El presidente de AREMEHISA ha comentado que “estos proyectos se inician porque se produce una petición por parte de los familiares para que busquemos, localicemos, exhumemos e identifiquemos a sus desaparecidos. Ese es el fin que nos mueve y esperamos culminar con éxito de todos estos trabajos”.
Este es el primer proyecto que se realiza en la provincia, aunque Rafael ha informado que esperan realizar labores arqueológicas en otras localidades cordobesas antes de que termine el año. En concreto en los municipios de Montilla, Monturque, Puente Genil, Cabra, San Sebastián de los Ballesteros o Peñarroya-Pueblonuevo.
