Este lunes se ha inaugurado la exposición “Miradas” del aguilarense Rafael Navajas Alberca, más conocido como ‘Caco’, en el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera.

La concejala de Bienestar Social, Carmen Zurera, ha comentado que “desde Córdoba Inclusiva Cocemfe nos trasladaron que Caco quería hacer una exposición aquí en su pueblo. Después buscamos un lugar adecuado y decidimos que fuera el Ayuntamiento, puesto que es un sitio de paso para la gente y así podrían admirarla más personas”.

Zurera ha manifestado que “esta es una gran oportunidad para Caco, porque puede demostrar que es un artista, además en unas circunstancias de superación personal. Por tanto, pienso que cuando una persona tiene un sueño debe perseguirlo hasta conseguirlo como sea”.

Por su parte, ‘Caco’ ha señalado que su vida siempre ha estado “unida al arte”. De hecho, realizó un grado medio de talla artística en madera en la Escuela de Bellas Artes de Córdoba.

“Allí conocí a uno de mis grandes maestros, Antonio Bernal, que me enseñó a modelar, tallar y esculpir, pero como es muy difícil vivir del arte, también tuve que buscarme un trabajo”, ha indicado Navajas.  

El propio artista aguilarense ha destacado que “en 2009 sufrí un accidente que cambio mi vida por completo, teniendo que recuperarme durante cuatro años. Después de ese momento decidí volver a la pintura, aunque no fue nada fácil, puesto que para dibujar se necesita tener mucho pulso, algo que he recuperado a base de hacer mucho ejercicio. Todas las obras expuestas aquí están realizadas después de mi accidente”.

Para finalizar, Navajas tuvo palabas de agradecimiento para otro artista aguilarense, Ricardo Llamas. “Ricardo es muy importante en mi vida, porque ha hecho que vuelva a dedicarme a la escultura. Me ayudó mucho en la labor de tallar la obra “El Cisne”, que se inauguró hace poco en la Avenida de Córdoba (junto al Mercadona)”.

La concejalía de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Aguilar ha recuperado y restaurado una obra del escultor, Francisco Julián Márquez Luque, que ha vuelto a ser colocada en la glorieta del Llanete Manuel López.

Se trata de un bajo relieve dedicado a la celebración de la Romería de la Virgen de los Remedios, en el que se muestra el paso de la comitiva romera por este lugar, punto de inicio del camino que conduce a la Fuente de Don Marcelo, paraje donde se levanta el Santuario de la Virgen.

Esta obra había sido donada por el artista a la Asociación de Vecinos Castillo de Luna, y durante varias décadas estuvo colocado en el monolito o monumento levantado en el Llanete Manuel López, para señalar el punto de inicio del camino de los romeros.

Las obras realizadas en esta calle, hace casi una década, motivaron la desaparición del monolito. Desde aquel entonces lo había conservado un vecino de la zona, quien lo ha donado al Ayuntamiento para que pueda ser colocado nuevamente en su emplazamiento.

Hace varios meses que el concejal de Obras y Servicios, Antonio Maestre, se hizo cargo del bajorrelieve y, tras su limpieza y restauración, ha sido colocado nuevamente en su lugar originario, utilizándose para ello un soporte o pedestal de hierro y forja.

De esta forma se recupera un elemento que embellece el callejero local, completando así el conjunto de esculturas existentes en el pueblo que fueron realizadas por este artista, como el monumento a Blas Infante (Jardines de Blas Infante), la Vendimiadora (Calle María Coronel), el Beato Nicolás Alberca (Calle Pintada), o San Juan Bautista (Calle Cuestezuela).

Estas obras fueron realizadas durante las dos décadas que el artista vivió en Aguilar de la Frontera tras regresar de Argentina. Hay que recordar que su fallecimiento se produce en nuestro pueblo en julio 2020.

Francisco Julián Márquez Luque

Nacido en Montilla el 6 de junio de 1933 en el seno de una familia de orfebres, Francisco Julián Márquez Luque emigró junto a su familia a Argentina, donde se estableció en Berazategui, una ciudad del sudeste de Buenos Aires considerada como la capital nacional del vidrio.

Discípulo del reconocido escultor italiano Antonio Sassone, Francisco Julián Márquez Luque se formó como escultor en la Mutualidad de Estudiantes Egresados de Bellas Artes, concluyendo sus estudios en 1957. A partir de ese momento, desarrollaría su obra, imbuida de la estética del realismo artístico, con trabajos tan notables como el busto a Patrick Pearse que preside la Plaza Irlanda​ del barrio de Caballito en Buenos Aires, el Monumento a los Héroes de las Malvinas de Berazategui, o la escultura a Almafuerte en el Paseo de los Troncos de Mar del Plata.

En 1988, tras la muerte de su madre, regresó a España e inició un nuevo período de su obra, compaginando la creación artística con la docencia en la Escuela Taller de Montilla, con obras tan reconocibles para los montillanos como la escultura de San Juan de Ávila, que preside la fachada del templo de la calle Corredera, el Monumento a la Madre del Paseo de Las Mercedes, o los bustos de San Francisco Solano y de Gómez Suárez de Figueroa, que pueden verse en la Casa del Inca Garcilaso.