La Torre del Reloj de Aguilar de la Frontera se iluminó anoche de rojo para conmemorar el Día Internacional del Síndrome 22q11, una enfermedad rara que afecta a miles de familias en todo el mundo y que requiere mayor visibilidad e impulso investigador.
El síndrome 22q11, también denominado síndrome de deleción 22q11.2, síndrome de DiGeorge o síndrome velocardiofacial, es un trastorno genético originado por la pérdida de un pequeño fragmento del cromosoma 22. Esta alteración influye en el desarrollo de distintas estructuras durante el embarazo, provocando una amplia variabilidad de síntomas entre las personas afectadas.
Entre las manifestaciones más frecuentes se encuentran los problemas cardíacos congénitos, alteraciones del sistema inmunitario, dificultades de aprendizaje, problemas en el paladar, niveles bajos de calcio, rasgos faciales característicos y, en algunos casos, trastornos psiquiátricos durante la adolescencia o la edad adulta.
Aunque no existe una cura definitiva, sí se dispone de tratamientos específicos para cada una de las alteraciones asociadas al síndrome, como intervenciones cardíacas, suplementos de calcio, terapia logopédica, apoyo educativo, seguimiento inmunológico y atención psicológica o psiquiátrica cuando es necesaria.
Con esta iniciativa simbólica, Aguilar de la Frontera se suma a la campaña internacional de concienciación, mostrando su apoyo a las personas afectadas por el síndrome 22q11 y a sus familias, y reivindicando la importancia de seguir avanzando en investigación y acompañamiento integral.





























