El Ayuntamiento ha iniciado las obras en la calle Dolores Ibárruri para resolver la problemática que sufren los vecinos por el hundimiento del acerado, que ha provocado la aparición de fisuras en la zona de unión entre la acera y las fachadas.
Con el paso del tiempo, estas grietas se han agravado debido al hundimiento progresivo de la acera, generalizándose en prácticamente todas las fachadas de la calle.
Los técnicos municipales han valorado que la causa de estas anomalías podría deberse a una rotura oculta en alguna conducción de agua o a una falta de compactación adecuada del terreno durante la urbanización inicial de la vía.
Aunque el problema se localiza únicamente en el acerado y no afecta a las viviendas, desde la concejalía de Obras se ha tomado la decisión de actuar sobre todo el tramo afectado, mediante un proyecto que contempla el levantamiento completo de la acera. Tras la retirada del acerado actual se procederá a abrir una nueva caja y a colocar una base apisonada, sobre la cual se ejecutará un nuevo hormigonado que servirá de soporte a la nueva solería.
Además, se aprovechará la intervención para renovar la red de suministro de agua, garantizando que no existan roturas ni pérdidas en la misma, y se va a acrecentar la anchura del acerado, lo que mejorará la accesibilidad y el uso peatonal del mismo.
La actuación cuenta con un presupuesto de 20.150 euros y se prevé que las obras concluyan en dos meses.