Las distintas formaciones políticas con representación en el Ayuntamiento celebraron, en la tarde del jueves, el pleno correspondiente al mes de junio, en el que la necesidad de pago una serie de facturas correspondientes al ejercicio 2017 fue la principal controversia de los asuntos tratados en el orden del día. De hecho, hasta tres puntos abarcó el tema, teniendo como principal causante a la última edición de Semavin. En este sentido, Ascensión Pérez, portavoz del Partido Popular, argumentó que “son facturas por valor de más de 20.000 euros correspondientes a 2017 y que se pagan con presupuestos del 2018. Es una mala gestión del Gobierno”, matizando que se iba a abstener “para que los proveedores puedan cobrar su dinero”. Por su parte, Josefina Avilés, en representación de Izquierda Unida, expresó que “no se puede gastar sin tener crédito. Es digno de no poder estar al frente de una gestión”, mientras que el concejal de UPOA Antonio Zurera afirmó “elaboráis y votáis vuestro presupuesto, pero no lo cumplís. Son gastos que se conocían y se debían pagan en 2017, pero no se pudo hacer por falta de crédito presupuestario”.
Al respecto, la alcaldesa María José Ayuso recordó las “circunstancias personal de la concejala correspondiente” en aquel momento, para puntualizar además que la razón no fue “falta de crédito, sino que había que aprobarlo en pleno y no daba tiempo”. Las argumentaciones siguieron por el mismo camino en los puntos 4 y 5, en esta ocasión sumándose la participación de José María Reyes, del Partido Andalucista, que declaró que “si esa persona (la concejala correspondiente) no lo sabía, el equipo de Gobierno sí debería saberlo. La responsabilidad es suya, que es la alcaldesa”. Por último, Ayuso asumió toda la responsabilidad del asunto, aunque volvió a hacer hincapié en que no fue porque “fuéramos a incumplir la estabilidad presupuestaria, sino que no dio tiempo”.
El resultado en los tres puntos citados fue la votación a favor del PSOE, los votos en contra de UPOA, IU y PA, y la abstención del PP.