La Torre del Reloj se vistió de rojo con motivo del Día Internacional del Síndrome 22q11, una enfermedad rara que requiere investigación para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen y de sus familias.
El síndrome 22q11 —también conocido como síndrome de deleción 22q11.2, síndrome de DiGeorge o síndrome velocardiofacial— es un trastorno genético causado por la pérdida de un pequeño fragmento del cromosoma 22, en la región 22q11.2.
Esta pérdida de genes afecta el desarrollo de varias estructuras durante el embarazo, por lo que los síntomas pueden variar entre personas. Entre los más comunes se encuentran: problemas cardíacos congénitos, alteraciones del sistema inmunitario, dificultades en el aprendizaje, problemas en el paladar, hipocalcemia (niveles bajos de calcio), rasgos faciales característicos y, en algunos casos, problemas psiquiátricos en la adolescencia o adultez.
Aunque no existe una cura definitiva, hay tratamientos disponibles para cada manifestación: cirugía cardíaca cuando es necesaria, suplementos de calcio, logopedia, apoyo educativo, seguimiento inmunológico y asistencia psicológica o psiquiátrica si fuera necesario.
